La vida no es taaan en serio:
El beneficio de las consultas y la terapia
Yuki Gudiño
Noviembre 2021
Cuando Geraldina me invitó a escribir para su blog sobre mi experiencia de las consultas, tenía pensado leer un poco de Freud, sobre el psicoanálisis y el beneficio terapéutico de usar el lenguaje para dar sentido a las pulsaciones del inconsciente…Estoy a punto de graduarme de la licenciatura de filosofía y, claramente, mi primer instinto para iniciar la redacción de cualquier texto es remitirme a la teoría, al conocimiento, al saber.
Sin embargo, creo que escribir un texto así, se separaría de lo que he descubierto sobre mí misma y lo que he estado trabajando durante los casi dos años de consultas que llevo con Gera. Más allá de lo que mi mente y mi intelecto pueden comprender de la teoría compleja del psicoanálisis, en este texto quiero hablar desde mi corazón y expresar mis sentimientos y mis emociones, que tanto han cambiado y crecido por las consultas.
Efectivamente, yo llegué con Gera porque la teoría y el pensamiento rebasaban demasiado al sentimiento y a la emoción. Y creo que no lo tenía muy consciente en ese momento. De hecho, llegué a la primera consulta muy segura de mí misma y mi conocimiento (nótese el sustantivo específico que uso) del modelo de la Semiología de la Vida Cotidiana. De alguna manera yo pensaba (y a veces me cacho pensándolo todavía) que con la simple relación que yo pudiera hacer entre lo que pasa en mi vida y los conceptos y esquemas del modelo, yo estaba aplicando ese conocimiento a la práctica. Un acercamiento pragmático, frío, estructurado y directo.
Fue en una de esas primeras consultas que Gera me dijo algo que me dejó helada: “Yuki, no te tomes la vida tan en serio”. Al principio no entendí exactamente cómo se relacionaba esta frase con la forma en que yo llegaba a las consultas a contar lo que había vivido y captado durante la semana. ¿Cómo no tomarme en serio mi vida? ¿Qué es no tomarse la vida en serio?
Claramente, mi acercamiento intelectualoide no me iba a funcionar para responder estas preguntas porque, si no, (deacuerdo con la lógica de la frase de Gera) estaría tomando en serio la vida. Así pues, yo tomo en serio la vida cuando mi conocimiento se interpone a mi experiencia (aquí cambia el sustantivo) de la vida. Tal como una científica, tomo mi propia vida, la observo y la relaciono con la teoría y aplico el conocimiento para observar si hay un cambio o no. El problema es que, si solo es así, si la vida solo es en serio, entonces lo que te quedan son puras observaciones. ¿Qué pasa si cambio una conducta compulsiva por una más sana? ¿Qué pasa si intento cambiar un pensamiento negativo por uno positivo? La vida en serio es como una bitácora que registra punto por punto lo que pasa.
Sí, sí hay cambio y es muy gratificante observarlo, pero desde esa seriedad no se vive realmente el sentido profundo de lo que implica ir a consulta y genuinamente trabajar en la transformación de mi propio ser. Es ahí donde me tocó contactardirectamente con mis sentimientos y emociones sin la interferencia de mis pensamientos. ¿Cómo? NO TOMÁNDOME EN SERIO LA VIDA. Y estos es, dejando de pensar tanto, de buscar vínculos entre lo que hago y lo que he leído y aprendido del modelo de Semiología de la Vida Cotidiana y de las y los grandes pensadores de la filosofía, para realmente sentir con todo mi cuerpo y todas mis emociones lo que vivo en un momento dado.
Sí, es importante pensar, y es muy interesante hacer esos vínculos. Sin embargo, solo enfocarme en eso me lleva a no vivir la vida, sino solo observarla desde lo teórico y abstracto. Si me quedo solo en ese lugar de observación, entonces me quedo en lo serio y no logo experimentar el lugar del misterio, el caos y la intensidad de las emociones, que muchas veces comunican más de lo que realmente soy, que lo que cualquier teoría puede decir sobre el ser humano. Hay mucha información ahí en las emociones y los sentimientos que, al momento en que quieropensarlas e intelectualizarlas, lo único que hago es atenuarlas y limitarlas.
Esto es mi caso. Probablemente hay personas que están al otro extremo y necesitan más mente que emoción. Pero justamente tomar consulta es lo que me está permitiendo verlo con más claridad. Mi tendencia a teorizar y abstraer mi vida, junto con el intento diario de no tomarla tan en serio es algo que, sin la oportunidad de explorarme con la ayuda de Gera, no podría estar tan motivada a mejorar la calidad de mi día a día. Estoy infinitamente agradecida de haber coincidido con ella.