LA ADICCIÓN NOS HABLA DE UNA FRACTURA TOTAL DEL YO..

ADICCIÓN. Suena fuerte, ¿verdad?

Es una palabra que escuchamos o leemos y casi en automático la
rechazamos. Digo que rechazamos porque me parece que aceptar que puede
estar siendo parte de nuestra vida, en general, nos lleva a la evasión y la
negación. Pareciera que es algo que le sucede al primo de un amigo, pero no a
mí ni a mi familia más cercana.

Nos asusta porque no sabemos lo que implica. Tampoco sabemos
cuándo debe considerarse que una persona es adicta, ni qué es lo que
debemos hacer cuando una adicción se presenta en nuestra vida o en alguna
persona cercana a nosotros.

La verdad es que la conducta adictiva se puede manifestar en
todos. Es una respuesta del estado de consciencia del Yo. Para Semiología de
la Vida Cotidiana, el Yo es la consciencia holográfica y multidimensional que
interactúa con el principio de realidad. Percibe esta realidad a través de cinco
potenciales.

Imagina una especie de antenas de captación que decodifican toda la
información de manera muy particular y que se encuentran interconectadas
entre ellas. Lo que percibe un potencial se reproduce en los demás y cada uno
interpreta la información de acuerdo con su naturaleza. En el Yo (conciencia) se
decodifican las emociones, los pensamientos, la motricidad, las funciones
básicas del cuerpo (como el hambre y el sueño), y la sexualidad. En suma,
todo lo que experimentamos.

Es un proceso complejo en el cual no voy a profundizar en este
artículo. Sin embargo, debes saber que el conocimiento de este funcionamiento
nos brinda la posibilidad de alcanzar la plenitud del Ser, y es justamente su
desconocimiento, junto con la Huella de Abandono, la causa de las
adicciones y de las conductas compulsivas.

En Semiología de la Vida Cotidiana llamamos Huella de Abandono a
la fractura de esta conciencia, la cual experimentamos por primera vez al nacer.
Después de haber estado en el vientre de nuestra madre, seguros y protegidos,
de pronto nos encontramos expuestos a la vida. Esta separación genera una

fractura en el Yo. Comienza el proceso de individuación, de hacerte persona.
Ya no somos una extensión de nuestra madre, y ahora tenemos que averiguar
quiénes somos. Asusta, ¿verdad? Genera sensación de desamparo y falta de
pertenencia, la cual se puede prolongar a lo largo de nuestra existencia.
Imagina por unos segundos la sensación de estar naciendo. De pronto te
encuentras en un mundo que desconoces, donde ya tienes que depender de ti
mismo, ¿cómo te sientes? ¿Reconoces esa sensación?, ¿la has sentido alguna
otra vez? por ejemplo, cuando terminas una relación de pareja, cuando alguien
hace algún juicio sobre ti en tu grupo de amigos, cuando eras adolescente y tus
amigos hacían algún plan sin ti.
Cuando nos sentimos así, buscamos algo o a alguien que nos haga
sentir mejor. Generamos apego a una pareja, al dinero, al alcohol o a otras
sustancias, al sexo, a la fama, al trabajo, al juego, pensando que nos quitará
esa sensación, pero solo lo hace momentáneamente; a la larga, el dolor y el
vacío terminan haciéndose más profundos.

Los seres humanos necesitamos experimentar afecto, apoyo,
reconocimiento, placer, inspiración, conocimiento y comprensión. La
manera en que introyecto o incorporo estas experiencias a lo largo de la vida
determina la idea que tengo de mí, es decir, mi autoconcepto. Cuando esta
idea es disfuncional, me siento feo o tonto o inútil o que no soy suficiente entre
otras cosas, entonces genero apegos y conductas compulsivas que de alguna
manera creo que substituyen eso de lo que carezco, pero, por el contrario,
generan adicciones que me van a destruir.

El vacío interno sólo puedo llenarlo a través del amor a mí

mismo. Y dando amor a los demás.

Por eso pienso que una adicción debe ser tratada desde el
conocimiento de uno mismo, del Yo, de nuestros potenciales y de nuestra
Huella de Abandono para así sanarla. No tiene que ver sólo con el consumo de
alguna sustancia o la compulsión de alguna conducta, sino en el origen de
estas.

La persona debe subsanar ese vacío interno para que

verdaderamente se logre la rehabilitación.

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